La publicidad encubierta en las redes sociales

En nuestro post de hoy de imanes publicitarios de Madrid no hemos podido evitar salirnos de los temas que nos competen para hablar de las redes sociales y especialmente de Twitter, ya que aunque no ha tenido mucha resonancia, la semana pasada se celebró en Granada el Congreso Internacional del pajarito más popular de la red.

Como hemos podido escuchar en estas jornadas, Twitter se ha convertido en una herramienta indispensable, tanto para profesionales como para simples usuarios, que ha revolucionado el tratamiento de la información en todos los ámbitos. Aunque sus beneficios son notables no podemos olvidar algunos aspectos negativos que ha traído consigo. Uno de los más importantes es la publicidad encubierta, y es que, el conocido product placement, que ya era muy habitual en cine y televisión, se ha trasladado a las redes sociales. 

Estos dos tipos de publicidad encubierta se caracterizan porque el usuario no es consciente de que el mensaje forma parte de una actividad publicitaria, es más, cree que la información está siendo difundida por un tercero imparcial. Como podéis imaginar, esta situación le otorga una mayor credibilidad al mensaje.

Precisamente es esto lo que está ocurriendo en la red: numerosos famosos aceptan importantes sumas de dinero por parte de las empresas para que a través de sus perfiles en las redes sociales difundan las bondades de sus productos. Todo ello a pesar de que redes como Twitter afirman que es obligatorio revelar cuando una actualización es promocionada.

Como es inevitable, muchos de estos casos han salido a la luz: Oprah Winfrey con la tableta Surface de Microsoft o Alicia Keys con la Blackberrie. Y es que como suele decirse antes se pilla a un mentiroso que a un cojo. En ambos casos se destapo el engaño porque quedó reflejado que ambos mensajes se habían emitido desde dispositivos de la competencia.

Desde nuestro blog de imanes publicitarios de Madrid, siempre vamos con la verdad por delante, porque estos trucos al final acaban pasando factura.

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